![]() |
VI ESTACIÓN Te adoramos oh Cristo, y te bendecimos. Pues, por tu santa cruz, redimiste al mundo. La Verónica seca el rostro de Jesús
|
|
Lectura: Isaías 53, 2-5 “(…) 2 El creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. 3 Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. 4 Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. 5 El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. (…)” Reflexionemos:
|
||
|