VI ESTACIÓN

Te adoramos oh Cristo, y te bendecimos. Pues, por tu santa cruz, redimiste al mundo.

La Verónica seca el rostro de Jesús

 

(anterior estación...)(siguiente estación...)

Lectura: Isaías 53, 2-5

“(…) 2 El creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos.

3 Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada.

4 Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado.

5 El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. (…)”

Reflexionemos:
¿Secamos nosotros el rostro de Cristo en los rostros de nuestros hermanos desfigurados por la enfermedad, el abandono, la soledad o las injusticias?


 

Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya
www.isparm.edu.ar
2015