Estacion

VII ESTACIÓN

Jesús cae por segunda vez

Te adoramos Cristo y te bendecimos, pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.

Del libro de los Salmos:

«Me rodeaban cerrando el cerco... Me rodeaban como avispas, ardiendo como el fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó» (Sal 117,11.12-13.18).

De la Bula Misericordiae Vultus:

“No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos juzgados: si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Si acogimos al extranjero y vestimos al desnudo. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero (cfr Mt 25,31-45). Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza; si fuimos capaces de ser cercanos a quien estaba solo y afligido; si perdonamos a quien nos ofendió y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros; finalmente, si encomendamos al Señor en la oración nuestros hermanos y hermanas.» (M V 15).

Oración:

Señor Jesucristo, has llevado nuestro peso y continúas llevándolo. Es nuestra carga la que te hace caer. Pero levántanos tú, porque solos no podemos reincorporarnos... En lugar de un corazón de piedra danos de nuevo un corazón de carne, un corazón capaz de ver…No permitas que el muro del materialismo llegue a ser insuperable. Haz que te reconozcamos de nuevo.


INTENCIÓN: ENTERRAR LOS MUERTOS:

Por todos los difuntos. Y de forma especial por los cofrades que nos enseñaron a creer en Cristo y a esperar en Él. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

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