Estacion

II ESTACIÓN

Jesús con la cruz a cuestas

Te adoramos Cristo y te bendecimos, pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.

Del Evangelio según San Lucas:

Los hombres que habían detenido a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban y, tapándole los ojos, le decían: «¡Adivina!, ¿quién te pegó?». Y le gritaban toda clase de insultos (Lc. 22,63-65).

Meditación extraída y adaptada del libro Como quieras tú de Francisco Fernández Carvajal

Si alguna vez estamos tristes o padecemos una gran contrariedad, miremos a Jesús en estas escenas de la Pasión, «lleno de dolores, toda su carne hecha pedazos por lo mucho que nos ama: tanto padecer, perseguido de unos, escupido de otros, negado de sus amigos, desamparado de ellos, sin nadie que vuelva por Él, helado de frío, puesto en tanta soledad». Entonces, «Él nos mirará con unos ojos tan hermosos y piadosos, llenos de lágrimas, y olvidará sus dolores para consolar los nuestros». Él nos mirará… Esa mirada de Jesús nos llega al fondo del alma. Podremos comprobar en esos instantes cómo nuestra alma recupera enseguida la paz y la serenidad, y se llena de fuerzas para seguir adelante.

Oración

Señor, ayúdanos a no desanimarnos ante las dificultades del caminar cotidiano. Que podamos también nosotros tomar la cruz a cuestas como Vos. Danos la fuerza para abrazarla y elegir el camino que nos lleve siempre al consuelo de Tu mirada.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.